Es una patología que afecta principalmente al perro macho, y raramente a la perra y a los gatos.
El fundamento es una debilitación de la musculatura del diafragma pélvico que se presenta principalmente en animales de edad madura no castrados, el efecto, una desviación del recto acompañada de una hernia.
Las causas: atrofia neurogénica asociada a animales con estreñimiento, atrofia por edad o en animales con amputación de la cola, miopatías producidas por efecto hormonal o bien patologías prostáticas.
La sintomatología más frecuente es un abultamiento de la región perineal y una dificultad marcada para la evacuación de las heces.
En esta hernia nos podemos encontrar desde simplemente grasa abdominal, intestinos, la vejiga de la orina y/o la próstata.
Este tipo de procesos suelen conllevar dolor y una molestia considerable para realizar sus deposiciones.
El tratamiento va depender del grado de la hernia, así como del compromiso de otros órganos prolapsados.
En casos suaves se puede iniciar un tratamiento con dietas blandas ricas en fibra con ayuda de laxantes para facilitar el tránsito. Si esto no es suficiente o bien hay compromiso de algún otro órgano se procede a un tratamiento quirúrgico.
Existen diversas técnicas reconstructivas de la musculatura diafragmática, pero en la mayoría de los casos, y es recomendable desde primer momento, el uso de mallas quirúrgicas.
En todas las situaciones se recomienda la orquidectomía (castración), ya que como se menciona arriba, es una patología íntimamente relacionada con problemas hormonales.
